Nuevas religiones

  • Confesión: Otras religiones

Con la denominación de nuevas religiones se hace referencia a las religiones surgidas en la época industrial y post-industrial.

Adaptan su mensaje a las características de la modernidad. La aceptación de la ciencia como explicación del mundo, la valoración del individualismo como foco de la religión. Provocando así el auge de las prácticas de autoayuda y autorrealización y también la búsqueda de modelos globales y sincréticos en lo religioso. Se concentran en otorgar sentido a las indeterminaciones de la modernidad. Refiriéndose de  esta manera, a las necesidades de autorrealización; de reivindicación de la espiritualidad interior; de aceptación de los imponderables de la vejez; la muerte, la caducidad.

Pueden basarse en modelos religiosos centralizados como la cienciología o la fe bahá’í, con un mensaje de nuevo cuño. O hacerlo en redes fuertemente descentralizadas como la Nueva Era en sus múltiples aspectos.

De igual forma se pueden basar en el desarrollo de mensajes que conectan con religiones o caminos de conocimiento anteriores como hace la Iglesia de Unificación, el Kimbanguismo o el Tokoísmo  de raíz cristiana.

La meditación trascendental es otro elemento común en grupos como: Brahma Kumaris, Self Realization Fellowship o el grupo Sahaja yoga que parten de bases hinduistas;  La Sukyo Mahikari o la Tenrikyo de raíz sintoísta o el grupo Falun Dafa de origen budista.

La Iglesia gnóstica por su parte reivindica un conocimiento milenario adaptado al mundo actual.

Se caracterizan por lo reciente de su surgimiento y por la enorme diversidad de opciones que proponen. En ocasiones prefieren que no se les identifique como grupos religiosos y se clasifican como nuevas espiritualidades. Hay otros que prefieren, en el caso español, registrarse como confesiones religiosas en el RER y potenciar su visibilidad jurídica. Este es el caso de la Iglesia de Scientology, la Iglesia Gnóstica o la Iglesia de la Unificación.

El número de sus seguidores no es muy destacado, pero, en todo caso, dados los perfiles individuales de éstos, resultan difíciles de cuantificar e incluso de detectar.