Janucá

Festividad judía de las luces, que conmemora la purificación del Templo de Jerusalén por Judas Macabeo en el año 164 a.e.c.

Se celebra durante ocho días a partir del día 25 del mes de Kislev del calendario hebreo (entre finales de noviembre y diciembre del calendario común) y no se encuentra entre las cinco fiestas que están reconocidas en el acuerdo entre el Estado y la Federación judía.

Esta celebración recupera una antigua tradición judía que narra un hecho tenido por milagroso. Al purificar el Templo y reencender la menorá, el candelabro que iluminaba el recinto, se advirtió que no quedaba aceite consagrado más que para un día. No obstante, la luz permaneció encendida durante ocho días.

En la fiesta cada día se enciende una vela en un candelabro de nueve velas o januquiá hasta que, al cabo de los ocho días, se tengan las ocho velas prendidas (además de la que sirve para encenderlas). Durante la celebración, las familias preparan regalos y se hacen juegos, por lo que es una fiesta muy popular entre los niños.