Dormición de la Virgen

Según la tradición ortodoxa, cuando María murió, los apóstoles fueron convocados milagrosamente y todos estuvieron presentes en el momento de su muerte. Todos excepto Tomás que llegó tres días después de que María fuera enterrada.

Con el deseo de verla una vez más, convenció a los demás apóstoles para abrir su tumba. Al hacerlo, los apóstoles se encontraron con que el cuerpo de María no se encontraba en la tumba. Este evento se considera el primer símbolo de la resurrección de los fieles, que ocurrirá en la segunda venida de Cristo.

Es una festividad que desde el siglo VI se celebra el 15 de agosto en las iglesias ortodoxas.